miércoles, 22 de septiembre de 2010

"Sacerdote" catolico adulterado



SACERDOTES CATÓLICOS ADULTERADOS
Qué sentiría usted si supiera que su matrimonio, que celebró por el rito católico hace diez o veinte años, de un momento a otro ya no tiene validez porque el sacerdote que lo casó no era sacerdote?

Porque, según el padre Héctor Cubillos, canciller de la Curia de Bogotá, ningún sacramento celebrado por un falso sacerdote tiene validez alguna.

Cada cierto tiempo aparecen en los medios de comunicación casos de curas falsos. Así en los últimos años han sonado casos en Ricaurte (Nariño) en 1994 o en algunos pueblos de Boyacá, en 1996.

El último de esos casos es el de Miguel Eduardo Carreño Cortés, rector de un colegio en Bogotá, a quien un alumno disparó en una oreja alegando que lo acosaba sexualmente.

Investigaciones de EL TIEMPO revelaron que Carreño se había hecho pasar por sacerdote hace varios años en Bogotá. Incluso su nombre aparece en la lista en la que la Arquidiócesis de Bogotá consigna a aquellas personas que no son sacerdotes católicos.

Ahora, Carreño se encuentra prófugo de la justicia, por haber suplantado a otra persona, el sacerdote venezolano Jorge Enrique Flautero Lara.

Según Manuel Francisco Bohórquez, experto en derecho canónico y funcionario del Arzobispado de Bogotá, la existencia de sacerdotes falsos permite la imposición de sanciones penales por suplantación, por aparentar una calidad que no se tiene o por falsificación de documentos, entre otras conductas. Ante cualquier Fiscalía se pueden denunciar , dice Bohórquez Los cementerios La misa en la tumba el muerto la oye , dice la creencia popular de que el rito celebrado frente al sitio de sepultura es el que verdaderamente vale.

Esa costumbre le abre la puerta al problema que está a medio paso entre el de los falsos sacerdotes y la libertad de cultos consagrada en la Constitución de 1991.

La situación es la siguiente: los dolientes católicos llegan los cementerios Central, del Sur o de Chapinero en Bogotá y desean que un sacerdote celebre el responso frente a la tumba.

Esto está terminantemente prohibido por el Arzobispo de Bogotá, así como las misas en las casas o fuera de las parroquias, salvo permisos especialísimos.

Es así como los familiares del muerto acuden a ciertos sacerdotes que se colocan en las entradas de esos cementerios públicos y ofrecen oficiar el responso a cambio de unos 10 mil pesos en promedio, 18 con un músico y 25 con dos. Si el doliente quiere, también le celebran la misa en la casa por unos 30 mil pesos más el transporte del sacerdote.

Lo que no preguntan los familiares y amigos del difunto es si el pretendido sacerdote es católico. Si lo hacen, tienen dos posibles respuestas. La primera respuesta posible es que se trata de representantes de la Iglesia Ortodoxa Colombiana o denominaciones similares.

La segunda repuesta es: sí, soy católico . Lo que no se le explica claramente al creyente es que no corresponde a la Iglesia Católica Apostólica Romana y dependiente del Papa, porque en la denominación usada para estos casos, como la de Iglesia Católica Antigua de Colombia, Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa u otras similares, mezclan la palabra católico dentro del nombre.

Una cosa es la libertad de ideas religiosas y la libertad de celebrar, pero otra cosa es el engaño, porque se está ofreciendo a la gente algo que pretende ser católico pero no lo es , afirma el capellán del Cementerio Central, José Reinaldo Ceballos.

Por ahora la mejor manera de saber si un sacerdote es católico o no es llamar a la respectiva diócesis, según dice el padre Cubillos. Recomienda no dudar ni tener vergenza para pedirle el carné a un sacerdote para verificar que si lo sea.

En el caso de otras confesiones, hay una oficina para asuntos religiosos en el Ministerio del Interior. Allí, previa presentación de los estatutos y otros requisitos se puede obtener el registro legal.

Cuánto vale vestirse de sacerdote Uno de los argumentos que más esgrime la gente para creer en los sacerdotes falsos es que si tienen hábitos, misal y elementos para celebrar misa, entonces son auténticos Una visita a los almacenes de ornamentos religiosos demuestra que cualquiera puede comprar camisas para cuello sacerdotal, albas, cálices y cualquier elemento que a los ojos ingenuos pueden pasar por sagrados También en las librerías religiosas se pueden comprar un misal para celebración y otros libros propios de los sacerdotes católicos.

Esto es lo que vale disfrazarse de cura: Cuello Sacerdotal o clerigman. Es ese pequeño cuello postizo de color blanco que se coloca en las camisas, usualmente negras, de los sacerdotes.

1.000 pesos Camisa para cuello sacerdotal. Las hay en varios colores y algunos diseños de rayas.

Entre 16 y 18 mil pesos Alba. Es el hábito blanco que sirve de base para los otros ornamentos.

Entre 32 y 50 mil pesos Casulla. Es la capa con los colores de la celebración y los signos de la Iglesia. Puede ser verde, morada, roja o blanca Va sobre el alba.

Entre 80 y 140 mil pesos Estola. Es la especie de bufanda que se pone el sacerdote sobre el alba o la casulla, con la cual viene incluida en el precio.

Zíngulo. El largo cordón con el que se asegura el alba por la cintura, como si fuera un cinturón.

Entre 8 y 10 mil pesos Cáliz. La copa donde el sacerdote vierte el vino.

Desde 30 mil pesos Copón. El recipiente donde se mantienen las hostias en la misa.

Desde 30 mil pesos Misal. Libro por excelencia del sacerdote católico. Es la guía de las celebraciones a través del año.

Entre 72 y 90 mil pesos Por supuesto, también se consiguen vinajeras, incensarios, patenas y una larga lista de artículos.

Tanto comerciantes como autoridades eclesiásticas afirman que el control de la venta de estos elementos es muy difícil, si no imposible, pues casi siempre son los familiares y amigos de los sacerdotes los que se los regalan a ellos, razón por la cuál el mecanismo de pedir el carné oficial al sacerdote es casi inútil.

La lista prohibida de los católicos La Curia bogotana elaboró en 1985 un listado de personas que se hacían pasar por sacerdotes católicos. Según el padre Héctor Cubillos, Canciller de la Curia en Bogotá, se han hecho pocos ajustes a esa lista desde ese entonces.

Una visita hecha por EL TIEMPO a los cementerios del Sur y Central, mostró que algunos de las personas consignadas en la lista siguen ofreciendo servicios, diciendo que son católicos o a través de otras confesiones que, según ellos, están registradas en la oficina de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior. A pesar de insistentes llamadas a esa oficina del gobierno durante la semana, no se pudo contactar a Marco F. Ramírez, el funcionario a cargo del tema, para verificar la existencia legal de las confesiones referidas.

Esta es la lista: Arango Marín José Bernardo Correal Salazar Octavio García Matiz José Rubén Gómez Rojas Arquímedes Mejía Pérez José Joaquín Pérez Henao Abelardo Valencia Barcos José María Hoyos Ochoa Héctor de J.

Acebedo Rigoberto (o Castrillón Rigoberto o García Rigoberto o Ramírez Arango Rigoberto o Padre Hurtado) Arbeláez Gómez Juan A. (o Caycedo Ayerbe Diego F. o Caicedo Arias Diego o Gómez Alberto o Pérez Javier) Barrero Arévalo José Aníbal Becerra Rincón Joselín Bolaños Otálora Medardo Bonilla Horencio (o Fray Pablo del Buen Pastor Cadavid Alberto ( o Humberto o Alvaro u Hoyos Héctor de Jesús) Cañaveral Mejía Vidal Hernando Cardona López James Carreño Cortés Miguel E. (o López Quintero Liborio) Castro o Casto del Río José Correa Patiño Antonio José Correa Mejía Rosemberg Galeano Montoya Francisco Garcés Salas Ramón Antonio Londoño Pinzón Luis Carlos López Perea Aurelino Luna Girado Ricardo Mejía Sáenz Ernesto de J.

Méndez Rubio Jaime Molina Vásquez Jhon Jairo Moncada Quevedo José M.

Moncayo Patricio de Jesús Monsalve Arias Hernán Tulio Moyano Ignacio Niño Gamba Rafael Ocampo Espinosa Marco A.

Orjuela López Luis Alberto Ovalle Mora Alberto Pachón Arias Luis Alberto Patiño Eduardo Peñuela Luis Conrado Pérez José Quevedo Uribe Carlos Rave (o Ravaj o Rivet o Ravet o Raveth Henao Luis Jaime) Reina Mahecha Diego Luis Ríos Alzate Crisanto Ríos Castaño Nelson Romero S. Rodrigo Sánchez García Juan Emilio Sánchez Villada Francisco J.

Sánchez García Juan de J.

Santamaría Santamaría Salvador Sierra Rodríguez Arsenio Usuga Higuita Rosendo Valencia G. Augusto Zapata Carlos Alberto Zea Mesa Ernesto No se incluyen aquí los nombres de sacerdotes que efectivamente fueron católicos pero por diversas razones no se les permite ejercer.

Monseñor Santamaría La sotana blanca de monseñor Misael Santamaría, que atiende todos los días en el Cementerio Central, se ve un poco sucia y desgastada, y la estola verde que lleva sobre los hombros tiene los colores desteñidos.

El había contestado rotundamente que era católico a principios de semana. Una vez se confrontó su nombre con la lista del Arzobispado de Bogotá se encontró que estaba dentro de las personas que la Iglesia Católica no acepta como sacerdotes suyos.

Yo si soy católico , reitera cuando se le pregunta por esa situación.

Lo que pasa es que soy de la Iglesia Católica Antigua , dice Después explica que estudio desde los seis años (en 1943) en la Escuela Apostólica de Zapatoca (Santander) y luego entró al seminario de San Gil donde se ordenó como sacerdote después de hacer los 3 años de filosofía y los 4 de teología necesarios para ordenarse.

Después de seis años la guerrilla, me mandó retirarme o si no me mataban , dice Santamaría.

Cuenta a renglón seguido que después de eso validó el bachillerato en el colegio Guanentá de San Gil, con un permiso que le dio personalmente el entonces Ministro de Educación de cuyo nombre no se acuerda. Es que los estudios del seminario no se valían entonces como bachillerato , afirma Santamaría.

Hace después un largo recuento de intentos de ingreso a distintas universidades como la Nacional (para estudiar medicina), Distrital (electrónica) y Externado (Derecho). Finalmente, dice que estudió economía en la Gran Colombia, universidad de la que afirma haberse graduado.

Y continúa mencionando diversos trabajos entre ellos en la Superintendencia de Cooperativas y la Contraloría, donde fue auditor en la Presidencia de la República.

Hace tres años me retiré y decidí fundar mi propia iglesia, la Católica Apostólica Ecuménica , dice Santamaría y afirma que ya tiene personería jurídica y que en pocas semanas el Ministerio del Interior le otorgará su licencia.

Pero sale con el nombre de Iglesia Ecuménica, porque lo de católica ya lo tiene el nombre de la Apostólica Romana , afirma.